Creo que es de esos lugares que tienen un encanto que no sabes explicar, y eso es lo especial. Nunca he ido, pero desearía que lo que ahora es una fantasía sea algún día una realidad.
No sé qué es lo que me empuja a querer visitar esta ciudad.
No sé si es el cine. Con personajes como el de Audrey Hepburn en Desayuno con diamantes (la cual tengo que decir que he incluido en mi lista de películas imprescindibles), que viven en esos típicos apartamentos neoyorkinos, en los que pueden salir y sentarse en la escalera de incendios a pensar, o tocar Moon river con la guitarra, o ver pasar a la gente de la calle con sus ajetreadas vidas, mientras éstos sólo se preocupan de la suya.
No sé si es la televisión, la publicidad y cómo pintan esa ciudad llena de posibilidades.
No sé si es el cuadro del Times Square que tengo en mi habitación, el de los portales de Nueva York o el poster de los obreros almorzando en el Empire State, que hacen que esté cada vez más enamorada de esta ciudad.
No sé si son las canciones que hablan de NYC. Como esa de Alicia Keys que dice: "...in New York, concrete jungle where dreams are made of, there's nothing you
can’t do. Now you’re in New York, these streets will make you feel brand
new, the lights will inspire you...".
No sé si son mis continuas ganas de viajar y conocer mundo.
No sé qué es y, la verdad, no me importa. Lo que sí sé es que quiero viajar
algún día a Nueva York. Vivir un tiempo en un apartamento neoyorkino,
pedir un taxi, sacarme fotos en Times Square, cruzar el puente de Brooklyn
mientras observo el otro lado de la ciudad sin dejar de asombrarme, pasear
por Manhattan mientras pienso en lo fácil que tiene que ser la vida si tienes
dinero para elegir quién quieres ser y a dónde quieres ir.
Si ese día llega, y espero que sí, sólo espero no estar equivocada sobre mi
concepto de Nueva York, esa ciudad en la que dicen que todo es posible.
Laura